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Maternidades - Zenonas Varnauskas

Zenonas Varnauskas: Madonas del Siglo XX


Sobre la creación de Varnauskas se puede hablar con las palabras del filósofo, escritor, publicista y figura importante de la cultura lituana del siglo XX, Vydūnas: El arte es el gran profeta de la humanidad en el mundo de las cosas. (...) Todo arte nace de la esencia de la humanidad, cuando decide crear imágenes y formas en el mundo de las cosas. Por lo tanto, el arte no puede proclamar nada más que la humanidad. Probablemente es la esencia de toda obra de arte real en su esencia, si esa obra mostrara todo tipo de humanidad (...) Y cuánto noble es un hombre, tanto está viva su esencia, tan es su obra de arte. 

Vydūnas. Raštai. I tomas Vilnius “Mintis”, 1990 m. 

Toda la vida creativa del artista Zenonas Varnauskas (1923 - 2010) transcurrió en Kaunas: aquí Varnauskas estudió textil y gráficos (1942 - 1947) y después creó una escuela de arte e impartió clases en ella. Varnauskas fue un organizador enérgico y talentoso; excelente docente de composición, dibujo y pintura y pintor expresivo, experimentador, artista de arte textil y grabado.

…Con los medios mínimos - pinturas y tempera sobre papel, en los pequeños formatos, con el objetivo de transmitir la pintura del color en su conjunto, estoy en búsqueda de un estado de ánimo tranquilo convincente, que expresa la estabilidad, la paz, la armonía.

Z. Varnauskas

En los principios del siglo XX en Lituania la comprensión del arte popular fue heredada como única raíz del arte nacional y tradicional: expresivas proporciones de figuras, dibujo generalizado, forma primitiva de deformación, resaltado de rasgos más característicos, a menudo hasta grotesco y distorsionado inspiró la pintura de Varnauskas. La modernización del período de entreguerras 1900 - 1940; la restricción ideológica soviética y la resistencia de los artistas en 1940 - 1990; la liberación del arte de la tradición y el aislamiento local desde la década de 1990 queda reflejada en las microhistorias presentadas por el artista, su experiencia de la vida cotidiana y la cultura de la memoria. 

Los períodos que abarca la exposición coinciden con períodos de modernización de la pintura en Lituania; la búsqueda de la expresión individual revivió la tradición de la pintura colorista lituana de entreguerras, más cercana al conocimiento del modernismo occidental, así como el desarrollo de la infraestructura de difusión. En 1957 la dirección de la Unión de Artistas rehabilitó el arte burgués, los artistas se prestaban libros y álbumes de arte extranjero o buscaban a través de la prensa cultural de “soclager”. Esta era la única manera en la que los artistas pudieron conocer las nuevas tendencias del arte moderno: en aquella época era casi imposible atravesar “pared de hierro”. 

Los secretos de la técnica pictórica y la expresión me la enseñaron mis maestros V. Petravičius, L. Truikys y A. Galdikas. Aunque he finalizado el arte textil, me encuentro “enfermo” de pintura de por vida. 

(Z.V.) 

El Museum Jorge Rando presenta una colección seleccionada de las series “Madre y niño” y “Gente de la región de Nemunas”, creadas entre años 1960 - 2000.

Durante toda su vida creativa el pintor regresó al mismo tema de la maternidad. Según la época y política del país podemos descubrir nuevos significados en la obra: los caminos de la vida de las mujeres son trágicos, majestuosos y eternos. Están llenos de esperanza y desesperación. Los tiempos están cambiando, pero las mujeres se encuentran en la misma encrucijada: dar a luz, cuidar, enterrar. Las figuras de la madre y los niños son significativas. Presentadas desde una amplia gama de ángulos, transmiten unas posturas tristes, melancólicas, marcados por el dolor en un mundo de necesidades. Las figuras no están perfeccionadas y se encuentran llenas de interpretaciones expresivas: es suficiente que el artista precise la silueta para transmitir la totalidad de singularidad de la línea.

Las simplicidad de las miradas capturan el toque sensible, nostálgico, que aumenta cuando te das cuenta de que ellos no sonríen. Parece que, en estas series, el autor investigó cuidadosamente cada momento de la vida; complementa o, como en un juego, abandona un estado de ánimo puramente negativo introduciendo un fondo de paisaje en las creaciones que rodean las formas. El autor examina el proceso creativo en sí mismo sin preocuparse por su propósito. La simplicidad de la presentación transforma un método de pintura expresionista muy delicado, de transparencia simple pero de alineación rica y compleja.

Mirando hacia atrás entre 1956–1986, las autoridades del socialismo de Lituania ven de manera crítica o, al menos escéptica, la atmósfera espiritual y los medios de expresión en el arte principalmente religiosos. No podía haber nada en el arte oficial acerca del símbolos religiosos. El autor entonces, utilizando un cierto “lenguaje de Esopo”, un lenguaje metafórico, codificado y simbólico, escondió un cierto pensamiento “no autorizado”. De las sugerencias, el lector de la obra tuvo que restaurar el contenido cifrado. Puede ser que detrás de las Maternidades de Varnauskas se resguarde la imagen de la Madre de aquella época: miles de las Madonas creadas por el pintor, la repetición, la meditación o el mantra se convierten en una oración. Varnauskas mostró una abertura entre la forma y el contenido: en los rostros de la madre y el niño se puede revelar la metáfora de la imagen, variedad de “lenguaje del Esopo” y una pintura casi abstracta de bosquejo urgente, de una capa delgada de pintura sobre papel, a veces, especialmente frotada y rasgada de la misma manera en la que se desgarraron y eliminaron los ideales de la Madre de Dios en aquel momento.

Al igual que las estatuas del arte popular, las imágenes de las Madonas se resucitan en la pintura de Varnauskas. La deformación expresiva, las líneas y los trazos resueltos los hacen ágiles. El drama indefinido tiene lugar en el espacio abstracto y expresivo del paisaje. 



Ina Mindiuz, curadora