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Niños

  • Óleo sobre tabla

    125 x 180 cm

    1998

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  • Óleo sobre tabla

    120 x 100 cm

    1985

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  • Óleo sobre lienzo

    202 x 202 cm

    1999

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    Siempre hay alguien que te enseña el camino. 
    Siempre hay alguien que te mira con ojos de ternura. 
    Siempre habrá alguien que te quiera arrebatar la inocencia. 
    El pintor siempre estará allí para verlo. 

           Jorge Rando
  • Óleo sobre lienzo

    132 x 195 cm

    1998

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  • Óleo sobre lienzo

    120 x 100 cm

    1985

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  • Óleo sobre tabla

    85 x 60 cm

    2000

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    La imagen de una joven azul, cárdena, gris…, con un poco de blanco enrarecido, sin mirada, sin nombre, sin óvalo, sin rostro, sin huesos que la afirmen, sin pies sobre su tabla, con tan escasa vibración orgánica… es, según mi criterio, un verso suelto, un bravo verso suelto en el devenir de la obra de Jorge Rando; 
  • Óleo sobre lienzo

    132 x 195 cm

    1998

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  • Óleo sobre lienzo

    175 x 175 cm

    1998

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    No hay juegos, ni libros, ni risas, ni escenas idílicas. No hay lugar para la infancia. 
    Son niños, rehenes, esclavos de un destino que les obliga a venderse una  y otra vez. Un escaparate de hijos de la pobreza, de la guerra, de la miseria o el maltrato, de existencias vulnerables abandonadas en las callejuelas del infierno. La prostitución infantil es un tema que alarma y avergüenza a una sociedad que se ciega mutuamente ante hechos que manifiestan la monstruosidad a la que puede llegar el hombre. Jorge Rando se sirve del lienzo para enfrentarnos a ello. 
  • Óleo sobre tabla

    122 x 122 cm

    1983

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    ¡ESTO ES TAMBIÉN UN NIÑO! Las sombras tienen más vida que ese niño, que no es niño, que se ha convertido en más sombra que la sombra misma.
    ¡DEJÉMONOS DE CONDENAS! 
    ¡HAGÁMOS ALGO ¡¡¡YA!!! !
  • Óleo sobre lienzo

    65 x 50 cm

    1978

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  • Técnica mixta

    32 x 24 cm

    2007

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  • Técnica mixta

    25,5 x 25,5 cm

    2007

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  • Técnica mixta

    25,5 x 25,5 cm

    2007

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  • Técnica mixta

    25,5 x 25,5 cm

    2007

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  • Técnica mixta

    32 x 24 cm

    2007

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  • Técnica mixta

    25,5 x 25,5 cm

    2007

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  • Técnica mixta

    25,5 x 25,5 cm

    2007

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  • Técnica mixta

    32 x 24 cm

    2007

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  • Técnica mixta

    25,5 x 25,5 cm

    2007

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  • Técnica mixta

    25,5 x 25,5 cm

    2007

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  • Técnica mixta

    25,5 x 25,5 cm

    2007

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  • Técnica mixta

    25,5 x 25,5 cm

    2007

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  • Esculturas

    Prostitución

    2011

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Quiero pintar niños como un niño, resume el artista sobre este ciclo en el que libera al trazo para centrar su fascinación en el movimiento. Concede el pintor libertad absoluta a la luz para que irrumpa en el lienzo con plena autonomía. 

Fondos abstractos que aíslan la figura para interpretar, a través de la posición de las manos, del gesto ante el otro, de la  actitud de aburrimiento de una niña ante la espera, del corretear de un grupo, de la manera de caminar de un niño o de la determinación en la fuerza con que aferra la mano de quien le acompaña, un relato de la infancia.

El gesto como  narrador de niños que aún parados no son estáticos, siempre ese movimiento delator del interior, de la expresión intrínseca de la infancia per se, como existencia.

Presenta el despertar, el vínculo de los niños con el movimiento, pequeños cuerpos siempre en acción se aúnan al de las líneas del cuadro. Dibujos en cuya soltura del trazo y esquematización de las formas atrapa la esencia del movimiento. Ese instante en el que una madre vuelve el rostro ante alguien que la llama pero no pierde el paso, no paran los niños que se agarran de su mano. Captado el instante, una imagen, una escena y permite el pintor desvelarnos las decenas de movimientos que encierra.

Jorge Rando es capaz de ahondar y bucear en la naturaleza humana y trasladarla al  lenguaje del lienzo con su inconfundible sensibilidad artística. Se adentra en el ser humano con la fuerza expresiva del trazo y el dominio del color, en esta ocasión con gran protagonismo del azul en el fondo y el negro en la línea.

Transitamos por sus juegos, nos paramos en una de sus obras que cuelga como ‘un verso suelto’ para culminar en su otra infancia, la que no le permite olvidarla, la de sus otros Niños, los expuestos en el mercado de la carne o aquellos de tonos amarillos, los de su pintura de Afrika. La del grito del hambre, la que urge al pintor a rebelarse: ¡ESTO ES TAMBIÉN UN NIÑO! Las sombras tienen más vida que ese niño, que no es niño, que se ha convertido en más sombra que la sombra misma.
¡DEJÉMONOS DE CONDENAS! ¡HAGÁMOS ALGO ¡¡¡ YA!!! !

Una exposición que nos invita a recorrer a través del lenguaje del movimiento esos inicios de la vida. Los Niños de Jorge Rando, poética de la infancia. 
Quiero pintar niños como un niño Jorge Rando